Hasta el momento, la única especie de ardilla introducida que se encuentra en estado silvestre en el país es la ardilla de vientre rojo Callosciurus erythraeus
La ardilla de vientre rojo fue introducida en Argentina en 1970. Diez ardillas fueron llevadas a la localidad de Jáuregui (partido de Luján, Buenos Aires), donde inicialmente fueron mantenidas en cautiverio pero luego algunas escaparon o fueron liberadas dando origen a una población silvestre.
Estas ardillas tienen hábitos arborícolas y diurnos. Es un roedor que puede vivir en bosques naturales o plantaciones comerciales u ornamentales de diversa composición. Sus nidos los construyen en los árboles y su dieta está compuesta principalmente por frutos, semillas y hojas.
La principal vía de expansión de esta ardilla es el hombre ya que las ardillas son trasladadas a otros sitios por personas que las consideran vistosas, creando nuevos focos de invasión y acelerando su expansión. Este traslado y liberación de ardillas es ilegal y, por lo tanto, es considerado un delito. Ver marco legal sobre especies exóticas.
Las ardillas también colonizan nuevas áreas por sus propios medios, moviéndose fundamentalmente por áreas arboladas, incluyendo cortinas de árboles, y cables.